¿Qué tipo de piel tengo?


Un grupo de mujeres con diferentes tonos de piel se abrazan unas a otras

Tipo de piel 101:

Identifica tu tipo de piel y cómo cuidarla

Si eres como muchas usuarias del cuidado de la piel, probablemente te has preguntado: “¿Qué tipo de piel tengo y por qué importa?” Por eso, le pedimos a Geetha Kalahasti, Científica Principal Asociada, que nos diera la explicación científica sobre qué son los tipos de piel, cómo identificar la tuya y la mejor manera de cuidarla, ya sea que tu tipo de piel sea normal, reseca, grasa o combinada.  

 

¿Buscas más información general sobre por qué el cuidado de la piel es importante? ¡Consulta nuestro artículo Rutinas del cuidado de la piel 101 para conocer lo básico! 

¿Cómo puedo identificar mi tipo de piel?

Tubos de productos de limpieza, tónicos, exfoliantes y humectantes de Mary Kay Skin Care apilados unos sobre otros.

Puedes identificar tu tipo de piel observando cómo se siente unos minutos después de limpiarla, examinando tus poros y prestando atención a lo grasosa que luce o se siente durante el día. También toma nota de cualquier problema específico de la piel que puedas tener, como acné, sensibilidad o enrojecimiento. Estos también pueden proporcionar pistas sobre tu tipo de piel. 


Piel Normal

  • Después de limpiar: La piel se siente cómoda y balanceada. 
  • Visibilidad de los poros: Los poros apenas son visibles y tu piel luce tersa. 
  • Evolución de la piel: La piel permanece relativamente reseca y no se vuelve excesivamente grasa. 

Piel Reseca

  • Después de limpiar: La piel se siente tensa, reseca e incómoda.
  • Evolución de la piel: La piel permanece relativamente reseca y no se vuelve excesivamente grasa. 
  • Preocupaciones de la piel: La piel puede ser más sensible o propensa a descamarse.

Piel Grasosa

  • Después de limpiar: La piel se siente grasosa, especialmente en la zona T (frente, nariz y barbilla).
  • Visibilidad de los poros: Los poros lucen más grandes y visibles, especialmente en la zona T.
  • Evolución de la piel: La piel se vuelve cada vez más brillante y grasosa a medida que avanza el día.
  • Preocupaciones de la piel: La piel puede ser propensa al acné.

Piel Combinada

  • Después de limpiar: La piel se siente cómoda y balanceada.
  • Visibilidad de los poros: Los poros lucen más grandes en la zona T pero más pequeños en las mejillas.
  • Evolución de la piel: La piel comienza sintiéndose balanceada, pero se vuelve grasa en la zona T más tarde durante el día.

Los métodos que repasé son solo pautas generales. La piel de cada persona es única y es importante escuchar las necesidades específicas de tu piel. Si no estás segura de tu tipo de piel, puede ser útil consultar con un dermatólogo o un profesional del cuidado de la piel para una evaluación más precisa. 


Independientemente de tu tipo de piel, hay algunos productos imprescindibles que todos deben incorporar en su rutina del cuidado de la piel:


  • Usa protección solar: Todos somos susceptibles al daño solar en la piel, sin importar el tipo de piel. Aplica un protector solar de amplio espectro con un SPF mínimo de 30 para proteger tu piel de los dañinos rayos ultravioleta. Vuelve a aplicar el protector solar cada ciertas horas, especialmente cuando estés expuesta a la luz solar directa.
  • Exfolia regularmente: La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la piel y promueve la renovación celular, dándole a la piel una apariencia fresca y radiante. Se recomienda usar productos exfoliantes físicos o químicos de 2 a 3 veces por semana. 

¡Comencemos con la piel normal! ¿Qué es y qué necesita en términos del cuidado de la piel?

Una modelo femenina con maquillaje natural mira a la cámara.

La piel normal (o eudérmica) se caracteriza por una producción equilibrada de sebo. Por lo tanto, no es ni demasiado reseca ni demasiado grasa La piel normal típicamente tiene una textura suave, poros pequeños y un cutis saludable, pero las personas con este tipo de piel aún necesitan cuidarla.


He aquí algunos consejos específicos que las personas con piel normal deben incorporar en sus rutinas del cuidado de la piel:


  • Limpia suavemente dos veces al día: Al igual que todos los tipos de piel, la piel normal requiere una limpieza regular para eliminar las impurezas y mantener su estado balanceado. Usa un limpiador suave que no elimine los aceites naturales ni interrumpa el balance pH de la piel.
  • No olvides el humectante: Aunque la piel normal está bien balanceada, la humectación sigue ayudando a mantener la piel hidratada y conserva su elasticidad natural. Elige un humectante que se adapte a las necesidades de tu piel, ya sea una loción ligera o una crema más rica.
  • Evita los productos agresivos o irritantes: Aunque la piel normal es menos sensible en comparación con otros tipos de piel, sigue siendo importante prestar atención a los ingredientes que pueden causar enrojecimiento, irritación o reacciones alérgicas. Siempre prueba los productos nuevos en tu mandíbula o cuello antes de incorporarlos a tu rutina. 

 

Además de estos consejos, las personas con piel normal (y todos los tipos de piel en general) deben dar prioridad a retirar el maquillaje de ojos y el maquillaje facial todas las noches para poder ir a dormir con un lienzo limpio.

¿Qué es la piel seca y cómo se debe cuidar?

Una modelo femenina con maquillaje natural mira a la cámara.

La piel seca (también conocida como xerosis) es un tipo de piel que se caracteriza por la falta de humectación y aceites naturales, lo que provoca una sensación de resequedad y tirantez, y a veces a una textura áspera o con descamación. Tu piel puede sentirse incómoda y sensible, especialmente después de la limpieza o la exposición a condiciones climáticas adversas. Algunas causas comunes de la piel reseca incluyen la genética, los factores ambientales, el baño excesivo, los jabones fuertes y ciertas condiciones médicas. 



Las personas con piel reseca usualmente necesitan elegir productos y hábitos que ayuden a restaurar y mantener los niveles de humectación. 


  • Mantente hidratada: La piel reseca requiere una hidratación adecuada para restaurar la humectación. Bebe suficiente agua durante el día para hidratar tu cuerpo desde adentro.
  • Limpia suavemente dos veces al día: Evita usar jabones o limpiadores fuertes que pueden eliminar los aceites naturales y resequen más la piel. Opta por limpiadores suaves formulados específicamente para piel reseca o sensible, y evita usar agua caliente, que puede secar más la piel. Siempre usa agua tibia mientras te bañas o lavas la cara.
  • Elige humectantes hidratantes: Usa un humectante rico y emoliente que contenga ingredientes hidratantes como glicerina o mantequilla de karité. Para una humectación adicional, puedes añadir el potenciador hidratante a tu rutina. Aplica la crema humectante como último paso en tu rutina del cuidado de la piel para retener la humectación.
  • Usa un humidificador: El aire seco en interiores puede empeorar la piel seca. Por lo tanto, añade humedad al ambiente con un humidificador, especialmente durante los meses de invierno o en climas secos.
  • Evita los irritantes: Ciertos productos o ingredientes pueden irritar la piel seca. Mantente alejada de los productos a base de alcohol, los tónicos agresivos y las fragancias que pueden causar mayor resequedad o sensibilidad.

¿La piel reseca y la piel deshidratada son lo mismo?

La piel reseca y la piel deshidratada son similares ya que ambas carecen de humectación, y puedes experimentar ambas al mismo tiempo, pero existen algunas diferencias entre ellas. La piel reseca es un tipo de piel que tiende a tener una falta de aceites naturales, lo cual puede ser genético o causado por factores externos como las condiciones climáticas o productos agresivos para el cuidado de la piel. 

 

Por otro lado, la piel deshidratada es una condición temporal causada por la falta de agua en la piel. Puede ser causada por factores como la exposición excesiva al sol, el aire acondicionado, los baños calientes o ciertos medicamentos. Tu piel puede sentirse tensa, lucir opaca y mostrar señales de sensibilidad. Esto puede ocurrir incluso en personas con tipos de piel grasa. Y aunque la piel reseca normalmente produce menos grasa que la piel normal o grasa, la piel deshidratada todavía puede producir grasa, simplemente carece de contenido de agua. 

¿Y qué hay de la piel grasa? ¿Cuáles son sus necesidades específicas?

Una modelo con piel clara y cabello rubio luce maquillaje natural y sonríe con los ojos cerrados y las manos en las mejillas.

La piel grasa es un tipo de piel que se caracteriza por la sobreproducción de sebo, el aceite natural de la piel. Este exceso de producción de grasa puede resultar en una apariencia brillante o grasosa y poros dilatados. Las personas con este tipo de piel también son más propensas a los brotes de acné. La piel grasa suele estar influenciada por factores como la genética, cambios hormonales y condiciones ambientales. 


He aquí algunas de las mejores prácticas de la rutina del cuidado de la piel para la piel grasa:


  • Limpia dos veces al día: Elige limpiadores no comedogénicos formulados específicamente para piel grasa. Limpia tu rostro por la mañana y por la noche para eliminar el exceso de grasa e impurezas.
  • Usa humectantes ligeros o libres de aceite: Aunque la piel grasa produce suficiente grasa, aún necesita hidratación. Busca humectantes sin aceites o ligeros que no obstruyan los poros. Los humectantes a base de agua o fórmulas en gel pueden proporcionar la hidratación adecuada sin añadir grasa adicional.
  • Prueba productos que absorben la grasa: Incorpora productos que absorben la grasa, como las bases preliminares o los papelillos absorbentes en tu rutina del cuidado de la piel. Estos pueden ayudar a reducir el brillo y mantener la piel mate durante el día.
  • Evita los productos pesados o que obstruyen los poros: Las personas con piel grasa deben evitar los productos pesados a base de aceite, ya que pueden empeorar la grasa y obstruir los poros. Busca productos no comedogénicos, sin aceites y a base de agua para prevenir los brotes de acné.
  • Limpia las brochas y herramientas de maquillaje: La piel grasa tiende a acumular más suciedad, aceite y bacterias en las brochas y herramientas de maquillaje. Límpialas regularmente para evitar transferir estas impurezas a tu piel.

Hablemos de la piel combinada. ¿Cómo deben cuidar su piel las personas con este tipo?

Una mujer con el cabello oscuro y la piel oscura sonríe y mira hacia otro lado de la cámara.

La piel combinada se caracteriza por tener zonas grasas y secas en el rostro. Por lo general, la zona T (frente, nariz y barbilla) tiende a ser más grasa, mientras que las mejillas y otras áreas pueden ser normales o secas. La piel combinada requiere una rutina del cuidado de la piel que aborde tanto las áreas grasas como las resecas.


He aquí algunas necesidades específicas de la piel combinada:


  • Limpia suavemente dos veces al día: Usa un limpiador suave que elimine eficazmente el exceso de grasa y las impurezas sin eliminar la humectación natural de la piel. Busca un limpiador que esté formulado para piel combinada o grasa. Evita los limpiadores agresivos que pueden secar aún más las áreas ya resecas de la piel.
  • Hidrata sabiamente: Mientras que las áreas grasas de la piel combinada producen exceso de sebo, las áreas resecas requieren hidratación. Usa un humectante sin aceite en la zona T grasosa para prevenir la grasa excesiva. Para las áreas más secas, opta por una crema hidratante para proporcionar la hidratación adecuada.
  • Añade tratamientos específicos: La piel combinada puede presentar problemas específicos como acné o puntos negros en las áreas grasas, y resequedad o sensibilidad en las áreas secas. Incorpora tratamientos específicos como tratamientos para combatir el acné para las áreas grasas potenciadores hidratantes para las áreas más resecas. Para mantener tu piel balanceada, considera añadir un tónico a tu rutina del cuidado de la piel.
  • Controla la grasa: Para controlar el exceso de grasa en la zona T, considera usapapelillos absorbentes durante el día. Esto puede ayudar a eliminar el exceso de brillo sin eliminar la humectación de las áreas más secas.
  • Usa el maquillaje adecuado: Elige productos de maquillaje adecuados para la piel combinada, como bases y polvos matificantes. Evita productos pesados y a base de aceite que pueden obstruir los poros y exacerbar la oleosidad.

Comprender las necesidades de tu piel y ajustar tu rutina del cuidado de la piel es clave para mantener un cutis balanceado. Puede que se requiera algo de prueba y error para encontrar la combinación ideal de productos que funcionen mejor para tus preocupaciones específicas de la piel, por lo que contar con una Consultora de Belleza Independiente puede ser muy útil sin importar cuál sea tu tipo de piel.

Mito vs Realidad

¿Cuáles son algunos mitos comunes que la gente cree sobre los tipos de piel? 

MITO

La piel grasa no necesita humectante.

REALIDAD

Todos los tipos de piel, incluida la piel grasa, requieren humectación. Aunque la piel grasa produce más sebo, todavía necesita hidratación para mantener una barrera de humectación saludable. El uso de humectantes ligeros y libres de aceites puede ayudar a equilibrar la producción de grasa y mantener la piel hidratada


MITO

La piel propensa al acné siempre se asocia con la piel grasa. 

REALIDAD

El acné puede aparecer en cualquier tipo de piel, incluso la piel reseca y sensible. Aunque la piel grasa es más propensa al acné debido al exceso de producción de sebo, otros factores como los cambios hormonales, la genética y los poros obstruidos pueden causar acné en diferentes tipos de piel


MITO

La piel combinada significa tener piel reseca a veces y piel grasa otras veces

REALIDAD

La piel combinada se refiere a tener diferentes tipos de piel en distintas áreas del rostro. No significa necesariamente tener áreas resecas y grasosas. Por ejemplo, una persona con piel combinada puede tener una zona T grasosa pero mejillas normales o resecas.

¿Qué tan común es que el tipo de piel cambie? Mi piel pasó de grasa a seca después de tener a mi primer hijo.

Los juegos del cuidado de la piel humectante y matificante Mary Kay colocados uno al lado del otro sobre una superficie de espejo y un fondo blanco.

Es posible que el tipo de piel cambie con el tiempo debido a factores como cambios hormonales, envejecimiento, influencias ambientales y los cambios en las rutinas del cuidado de la piel. Sin embargo, no es muy común que el tipo de piel de una persona cambie drásticamente.


He aquí algunas señales de que tu tipo de piel puede haber cambiado:

  • Cambios en la oleosidad: Tu piel solía ser grasa pero ahora se siente reseca o viceversa.
  • ayor sensibilidad: Tu piel se vuelve más reactiva y sensible a productos o factores ambientales que antes no la molestaban.
  • Cambios en la textura: Tu piel se vuelve áspera, escamosa o tiene una textura diferente a la habitual.
  • Brotes o acné: Comienzas a experimentar más brotes o acné de lo normal.
  • Cambios en la hidratación: Tu piel se siente constantemente deshidratada, tensa o carece de humectación.

Tu mejor amiga para el tipo de piel

Recuerda que la piel de cada persona es única, así que es esencial encontrar la rutina del cuidado de la piel y los productos adecuados que mejor se adapten a las necesidades específicas de tu piel. No importa cuál sea tu tipo de piel, ¡tu Consultora de Belleza Independiente Mary Kay está perfectamente preparada para ayudarte a lograr tus metas del cuidado de la piel con un servicio que te permite probar antes de comprar y ahorrar tiempo! ¡Solo envíale un mensaje de texto o llámala para descubrir una piel saludable a tu manera!

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